Caiga en mis manos hace unas semanas un informe de TRIVU sobre la narrativa de los 300 líderes latinos más influyentes en español y portugués nacidos después de 1990. Fue muy inspirador para diseñar una conferencia sobre tendencias de la comunicación en un evento de uno de nuestros clientes. Lo hacía junto a Víctor Kuppers que nos habló desde su visión de la psicología positiva de la actitud. Toda una inyección de entusiasmo.
En estos tiempos, obligados a cambiar por las exigencias del guion pandémico, se ha generado una “huella narrativa y discusiva” bien marcada. Tener un propósito y una disposición y apertura a nuevas ideas. Mantener el potencial movilizador frente a un enemigo común que no distingue a nadie. Y crecer en la capacidad de influencia en nuestro entorno con criterios emocionales, responsables y empáticos donde la extroversión y la sinceridad triunfan.
Esta nueva narrativa cuenta con tres ejes esenciales que proyectan nuestro lenguaje a nueva forma de comunicar que vemos que triunfa en el campo empresarial, social y político. La gente adora lo sencillo. La gente sencilla, no simple, sencilla. Ve lo establecido como rancio y alejado. Lo previsible como poco atractivo y rehúye de lo que no sea empático en un momento en el que a todos nos preocupa lo mismo y nos afecta lo mismo, seas de donde seas, vivas donde vivas, te apellides como te apellides.
Las palabras en esta nueva narrativa usan un lenguaje más comunitario e inclusivo. Se sustituye el término “gente” por “personas” y la palabra más usada es “gracias” y predominan palabras como: mundo, familia, salud, apoyo, amar… todos mis mails y mis conversaciones comienzan con un deseo de estar bien de salud tanto personal como en el entorno familiar.
Los adjetivos tienen tintes emocionales y más positivos. Destacan: feliz, hermoso, favorito, público, bello, mundial y por supuesto climático.
Y los verbos son especialmente accionantes. El deseo de influencia pasa del decir al hacer y predominan: aprender, encontrar, conocer, compartir, sentir, ayudar y por supuesto lograr y trabajar.
La influencia en comunicación pasa por la ejecución y por los componentes que integran una estructura persuasiva que responde a las tendencias del mercado y de las personas.
Una nueva narrativa para entender lo que pasa ahí fuera.
Juan Quesada